Casa Sancte Petre es una empresa familiar cuyos antecesores cultivaron la vid en Europa por varias generaciones y en Argentina desde el año 1949.
La filosofía del vino, en nuestra familia, tiene como meta tratar de llegar al mayor conocimiento respecto de la forma óptima de producir las uvas, de interpretar su potencial y saber explotarlo en una adecuada elaboración que, sumada a una esmerada conservación y a un correcto embotellado, deviene un gran vino.
Esta forma de entender el trabajo define nuestra manera de pensar, de ver las cosas; nuestra forma de vivir y ayudar, por medio de esta bebida milenaria, a alegrar el corazón de las mujeres y hombres.
ELABORACIÓN DE LOS VINOS
Luego del seguimiento de la madurez de las uvas en el viñedo para determinar el momento más adecuado de cosecha, las uvas se recogen a mano y son transportadas inmediatamente a la bodega.
Después de un corto viaje las uvas son despalilladas y el grano es apenas abierto para que comience a liberar el mosto. Unos veinte segundos después de esta operación, todas las uvas son enfriadas a 5º C. (temperatura adecuada para conservar cualquier fruta por un corto período), para comenzar con los diferentes procesos de vinificación:
- Fermentación en blanco:
Luego de unas horas de maceración pelicular en frío (esto depende de la variedad) el mosto flor es obtenido por libre escurrimiento sin ningún tipo de presión. El mosto prensa se obtiene por prensado hidráulico (el mejor método de prensado).
Posteriormente los mostos flor y prensa son vinificados por separado.
Previamente a la fermentación, los mostos son sometidos a un desfangado en frío en atmósfera inerte para que no pierdan sus características de aroma, sabor y color naturales
Una vez limpios, libres de sus borras, los caldos son fermentados con levaduras seleccionadas.
Terminada la fermentación alcohólica y conservando algo de azúcar natural de la uva, los vinos son depositados en tanques para su crianza y añejamiento esperando el momento de embotellado.
La puesta en botella se realiza con un equipo de embotellado moderno, cuidando de preservar las características sensoriales de los vinos.
- Fermentación en tinto:
Se comienza con una maceración pelicular en frío para extraer la mayor calidad de aromas y color posibles. El tiempo de esta maceración es variable y depende de las variedades de uva.
A continuación comienza la fermentación con el agregado de levaduras seleccionadas y la temperatura se deja incrementar para que gracias a la acción de éstas, junto al alcohol, se extraiga una concentración de taninos adecuados.
Durante la fermentación se practican remontages y delestages en cantidad y frecuencias necesarias para conseguir la estructura buscada en los vinos.
De ser necesario, una vez terminada de la fermentación alcohólica se realiza una sobre maceración de los orujos, apuntando a conseguir una mayor concentración aun en los vinos.
Finalizada la fermentación alcohólica de los vinos, se inicia la fermentación maloláctica de los mismos y una vez acabada ésta, los vinos son guardados, criados hasta la puesta en botella.